jueves, 16 de febrero de 2017

¡Bienvenidos!

¿Otro blog sobre música? ¿En serio? 

Efectivamente... ¡No me he podido resistir a abrir un blog para hablaros de música!

Desde siempre me ha apasionado muchísimo. Mi primer recuerdo musical probablemente sea algo de Simply Red o de Fleetwood Mac, las cosas que sonaban por casa. Crecí escuchando M-80 Radio a todas horas, así que a la hora de decantarme por un tema discotequero siempre me llaman esos sonidos que recuerdan a los setenta y ochenta. Con mi padre en el coche siempre sonaba la Creedence Clearwater Revival; a él le tengo que agradecer que todo lo que suene a rock americano con tintes bluseros me chifle y me haga sentir como en casa. 

En mi pre-adolescencia me sabía todas las canciones de Shakira de pe a pa; recuerdo que una prima mía me grabó un CD con dos discos suyos: ¿Dónde están los ladrones? y Servicio de lavandería, y probablemente haya sido el disco más reproducido en mi casa durante esos años. Me apasionaba. Más adelante, a través de amigos del colegio descubrí a Green Day (quizá tambien ayudaran las radiofórmulas, radiando cada hora el mítico Boulevad of Broken Dreams). Era la época de American Idiot, y quien no conociera a esos tres tipos, sencillamente no vivía en este mundo. Recuerdo que ese fue el primer CD que me compré con dinero de mi bolsillo; tenía 13 años y me pasaba muchas tardes escuchando las canciones y leyendo el libreto con las letras, intentando descifrar las cosas que un tipo llamado Billie Joe había escrito allí. 

Ese mismo año, a nivel nacional estaba petándolo bastante un grupo llamado Pereza. Fueras donde fueras, ese verano estaba sonando a todas horas Princesas, y reconozco que les tardé en coger el punto a esos dos macarrillas que salían con traje en el videoclip... pero cuando les cogí el punto, fue para siempre. Me compré Animales y me dediqué durante una buena temporada a estudiarlo minuciosamente; me gustaban todas y cada una de las canciones, su rollo, su energía, sus letras... todo era nuevo para mi. En las entrevistas hablaban de mucha gente: de los Stones, los Who, T. Rex, The Black Crowes... y no me quedó otro remedio que investigar de qué iba todo eso. Y lo que encontré, digamos que me cambió la vida (musical) para siempre. A través de unos grupos fui llegando a otros y mi mundo se fue ampliando.

Siempre tradicional en cuanto al estilo de música y al contenido, fui absolutamente reticente cuando allá por el 2009 irrumpió la música dance en las radiofórmulas españolas. Recuerdo una chica especialmente culpable de todo ese fenómeno, llamada Lady Gaga. La odiaba. No entendía por qué tanto revuelo. Tardé por lo menos tres años en darme cuenta de que la música que esa chica hacía tenía más en común con mis gustos de lo que yo me pensaba, por no hablar de su enorme talento para componer e interpretar. 

Resumiendo, que diría Sabina y para hacer el cuento más corto, esos son los grupos y artistas que fueron definiendo el rumbo de mis gustos musicales, pero ese río tiene otros miles de afluentes que siguen entrando en mi vida y llegan para quedarse, y que se irán desvelando poco a poco.

No me queda sino daros la bienvenida y... ¡Que viva la música!

Comienza el viaje...

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